¿Soy una Mamá culpable?

¿Soy una Mamá culpable?

Esta extraña sensación comienza a innundar mi cuerpo cuando me entero de que viene un segundo bebé a la casa.

Ese año cuando Alessandro, mi primer hijo tenía tan solo un año y nueve meses de edad, fue en ese momento que caí en cuenta de que teníamos dos bebes en casa, conocimiento que no estuve al tanto sino después de que el más pequeño cumpliera esa edad.

  1. Esta extraña sensación comienza a innundar mi cuerpo cuando me entero de que viene un segundo bebé a la casa.
  2. Ese año cuando Alessandro, mi primer hijo tenía tan solo un año y nueve meses de edad, fue en ese momento que caí en cuenta de que teníamos dos bebes en casa, conocimiento que no estuve al tanto sino después de que el más pequeño cumpliera esa edad.
  3. El sentimiento de culpa se debatía con la felicidad, me dí cuenta de que había forzado a Alessandro a crecer más rápido de lo normal, que había sido totalmente injusta con él, entendí que le estaba exigiendo cada día más y más porque lo veía como un niño grande y cómo no verlo así, si tienes a otro que se es más pequeño.
  4. Eso hizo que me sintiera por primera vez como una "mamá culpable", mi hijo reaccionó como pudo: despertarse de noche varias veces, comportamientos de "malcriadez" sin ningún por que, no comiendo su comidas que normalmente solía comer, en fin, retroceden una barbaridad porque lo que realmente sienten son celos, de que no fuera más el centro de atención tuyo.
  5. Por eso les digo mamás, no te sientas culpable porque es un sentimiento que no puedes evitar y si eres una de las hermanas grandes seguro pasaste por eso y saliste perfecta. Lo que te queda pensar es que hoy en día tienes a un niño, en la que la misma circunstancia lo hizo madurar a un bebe con actitudes de niño grande. Notaras la diferencia del primero versus el segundo como que probablemente, el primero comerá y se enjabonara solo, hablara o habrá dejado el pañal, más rápido; en fin, tendrás a un hombrecito o mujercita hecha y derecha en casa.
  6. Trata de recuperar esos momentos que los distes por perdido, por estar cuidando a tu segundo hijo, conociendo sus ideas, compartiendo sus sueños e ilusiones, abrazándolo y consintiéndolo debido a no fuiste la única, respira y adelante mamá porque lo estás haciendo muy bien.
  7. La satisfacción que queda es que nunca se hizo con una mala intención porque juraste que todo lo estabas haciendo bien.
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